Esta sección es para recomendar, reseñar o de plano viborear un libro (lo mas objetivamente posible) con el fin de que usted, querido lector, se introduzca a las maravillosas paginas del conocimiento (no cuenta que lea el libro vaquero, ok? Así que póngase a leer!!!)
Para abrir esta sección comenzare con el último libro que leí, que no es nada nuevo, ni novedoso, pero que no por ello no es bueno. Se trata de El Ladrón de Cuerpos de la escritora que dio vida hace más de 30 años a mi querido y novio Lestat: Anne Rice. Este libro, el cuarto de las famosísimas Crónicas Vampíricas hace poco fue re-editado, por lo que hace unos años era imposible de encontrar (solo por la web, pero leer en la computadora ciega a cualquiera).
La historia, una vez más narrada desde la perspectiva de Lestat de Lioncourt, el vanidoso vampiro que quiso ser una estrella de rock, aquel que convirtió a una pequeña niña en vampiro, no nos lleva a través de la historia de los vampiros, como lo hizo en los libros anteriores, sino en una nueva aventura que solo podría ocurrirle a Lestat.
La primera parte es muy lenta y los diálogos que entabla con David, el viejo miembro de Talamasca por el que tanta curiosidad siente Lestat, caen en lo aburrido a pesar de que algunos detalles interesantes se dejan entrever pero no disfrutar. Lo bueno viene una vez que Lestat se lanza de plano a la aventura con el ladrón de cuerpos y comienza a experimentar aquello que ha deseado hacer durante los 200 años que lleva siendo un vampiro: volver a ser mortal.
Para abrir esta sección comenzare con el último libro que leí, que no es nada nuevo, ni novedoso, pero que no por ello no es bueno. Se trata de El Ladrón de Cuerpos de la escritora que dio vida hace más de 30 años a mi querido y novio Lestat: Anne Rice. Este libro, el cuarto de las famosísimas Crónicas Vampíricas hace poco fue re-editado, por lo que hace unos años era imposible de encontrar (solo por la web, pero leer en la computadora ciega a cualquiera).
La historia, una vez más narrada desde la perspectiva de Lestat de Lioncourt, el vanidoso vampiro que quiso ser una estrella de rock, aquel que convirtió a una pequeña niña en vampiro, no nos lleva a través de la historia de los vampiros, como lo hizo en los libros anteriores, sino en una nueva aventura que solo podría ocurrirle a Lestat.
La primera parte es muy lenta y los diálogos que entabla con David, el viejo miembro de Talamasca por el que tanta curiosidad siente Lestat, caen en lo aburrido a pesar de que algunos detalles interesantes se dejan entrever pero no disfrutar. Lo bueno viene una vez que Lestat se lanza de plano a la aventura con el ladrón de cuerpos y comienza a experimentar aquello que ha deseado hacer durante los 200 años que lleva siendo un vampiro: volver a ser mortal.
Es lógico que todo le sale mal, ya que la personalidad vanidosa y refinada del poderoso Lestat terminaría odiando la condición mortal y todas las actividades asquerosas y cansadas que conlleva ser un ser humano. (¿Qué creíste Lestat, que ser frágil y apestoso era algo fascínate?)
Quizás una de las partes más interesantes es cuando va en busca de sus amigos inmortales y se encuentra con que más de uno le da la espalda. La recuperación de su cuerpo y el desenlace son demasiado fofos, les falto intensidad, un poco de tensión, ese caos que se apreciaba en La Reina de los Condenados (aunque en este, la muerte de Akasha también te deja con ganas de mas) antes de terminar.
En fin, un libro más de estas crónicas que en su totalidad son excelentes, aunque sin duda alguna las tres primeras son el parte aguas que gana adeptos y las siguientes novelas son como un complemento, el postre, por así decirlo, que lleva en el centro una deliciosa y fresca cereza, que a veces es lo único que vale la pena.
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