¿Te imaginas la tristeza necesaria para llorar un litro de lágrimas? Pues lloraras eso y más si te atreves a ver el dorama japonés que lleva ese nombre y que está basado en una historia real. Desde que empieza la historia te das una vaga idea de lo triste que es.
Todo comienza cuando Ikeuchi Aya, la protagonista, tiene 15 años y cosas inusuales en su cuerpo comienzan a suceder: se cae de repente, pierde el equilibrio, el sentido de distancia entre los objetos, etc., todos síntomas de una enfermedad que afecta las células centrales del cerebro, imposibilitando los movimientos básicos como caminar, mover los brazos, hablar, comer, etc.…
Lo peor del asunto es que hasta la fecha esta enfermedad no tiene cura, ni tratamiento que retrase el avance. Por lo que Aya poco a poco va perdiendo la habilidad de jugar baloncesto, caminar sola, mover libremente las manos, comer, hablar… ¿Podrías pasar por lo mismo sin pensar que ya no vale la pena seguir existiendo?
El drama es corto, tiene muy buena musica, acorde con lo que ocurre, como por ejemplo: Konayuki, de Remioromen. ¡Esta genial esa canción! El elenco fue muy bien escogido, el papel de Aya lo hace Sawajiri Erika y el del guapo de la historia (lastima que es un personaje ficticio) Asou Haruto lo interpreta el guapote de Nishikido Ryo. Sinceramente al ver este dorama no lloras uno, sino cuatro o cinco litro de lagrimas, pero a pesar de ser muy triste e injusto, tiene un mensaje fundamental que viene desde lo más profundo de la Aya verdadera (recuerden que está basada en un historia real): “VIVE SIEMPRE”
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Un dorama muy original, los orientales si saben como exprimir tus sentimientos... tan solo con escuchar el opening se transmite una serie de emociones y sentimientos encontrados... VALOREMOS!!!